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Las tortugas boba anidan más en playas de arena mixta donde la depredación por cangrejo fantasma es menor

Cangrejo fantasma capturando una cría de tortuga boba. Foto: Joan Costa

Un grupo de investigación con participación de la Estación Biológica de Doñana – CSIC ha realizado un estudio para investigar si el nivel de depredación de los nidos de tortuga marina por parte del cangrejo fantasma cambia en función de la temperatura del hábitat y si existe selección por parte de las hembras en función de esta variable.

El estudio se ha llevado a cabo en la isla de Maio en Cabo Verde, uno de los principales lugares de anidación de la tortuga boba en el noreste Atlántico, con 70 nidos. La arena de sus playas cuenta con una destacada variedad de coloraciones, las cuales generan diferentes hábitats térmicos: las playas de arenas negras tienen una temperatura mayor que las de arena blanca debido a la absorción del calor. Las tortugas anidan en todas ellas. Esta heterogeneidad de colores también se encuentra en otros lugares con importantes colonias de tortugas boba como la isla de Ascensión y Chipre.

Los resultados indican que no hay diferencias notables en la densidad ni el tamaño de población del cangrejo fantasma ni a lo largo de los años ni en los distintos tipos de playa. Sí lo hay en los niveles de depredación: son significativamente más altos en las playas de arena negra. Esto muestra que la reducida supervivencia de los embriones debido a las altas temperaturas no se compensa con unos niveles de depredación más bajos. Por el contrario, los niveles más bajos se encuentran en playas de arenas mixtas y son otras causas las que mayoritariamente afectan a la supervivencia del nido.

Además, los datos muestran que las playas de arena mixta tenían más actividad y una densidad de nidos mayor, comparada con las playas de arena blanca y negra, lo que sugiere que las tortugas podrían estar seleccionando para anidar aquellos lugares con una depredación más baja. El nivel de depredación se podría unir a otras variables como la humedad en la arena, la temperatura, la elevación del nivel sobre el mar y la presencia de vegetación que otros estudios han determinado como posibles variables que influyen en la selección de los lugares de anidación por parte de las tortugas, aunque se necesitan más investigaciones para afirmarlo.

Este estudio refuerza, por tanto, el papel de la protección de nidos como una medida de conservación para reducir los impactos que afectan a su supervivencia. Se pueden adoptar múltiples técnicas. Por ejemplo, en áreas sometidas a inundaciones, sería recomendable trasladar los nidos a zonas más seguras o a viveros protegidos, asegurando que las condiciones naturales se mantengan. En un escenario de cambio global, las playas más cálidas pueden convertirse en entornos peligrosos para el éxito reproductivo de las tortugas marinas. Si eliminando la depredación del cangrejo fantasma de las playas de arena negra se incrementa el éxito de reproducción, tan sólo se necesitaría una protección in situ del nido. Si ocurre lo contrario, el traslado a un vivero de arena blanca sería prioritario. Estas medidas podrían interferir con la red de interacciones entre especies por lo que el equipo recomienda que se lleven a cabo análisis de riesgos con indicadores claros para evaluar la implantación de la medida.

El estudio también abre nuevas líneas para seguir investigando. Sería interesante, por ejemplo, investigar cuál es el rango de tolerancia de los cangrejos fantasmas en cuanto a la temperatura o su habilidad para detectar huevos en descomposición y embriones muertos, lo cual podría explicar en parte por qué los niveles de depredación son mayores en las playas de arena negra, donde el éxito de supervivencia de los huevos es menor debido a las altas temperaturas. 

Referencia:

Rita Martins. Adolfo Marco, Juan Patino-Martinez, Kate Yeoman, Catarina Vinagre, Ana Rita Patrício. Ghost crab predation of loggerhead turtle eggs across thermal habitats. Journal of Experimental Marine Biology and Ecology.  Doi: https://doi.org/10.1016/j.jembe.2022.151735