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La Estación Biológica de Doñana lleva a cabo el anillamiento de una colonia de morito común (Plegadis falcinellus ) en el Espacio Natural Doñana.

Esta semana, el Equipo de Seguimiento de Procesos Naturales de la ICTS-RBD ha llevado a cabo el anillamiento de una de las principales colonias de cría de moritos (Plegadis falcinellus) en Doñana. Esta actividad se ha desarrollado en el Lucio de las Casas, junto al centro de visitantes José Antonio Valverde que se ubica en plena marisma de Doñana, y ha contado con la participación del voluntariado de SEO/BirdLife y el apoyo técnico del Espacio Natural de Doñana. El número de ejemplares anillados ha sido cercano a los doscientos, cifra que supone un porcentaje representativo de las aves nacidas este año en dicha colonia.

Tras la operación de captura de los pollos, se procedió al marcaje de cada ave con una anilla metálica con un remite en una de sus patas, y otra de material plástico que permite su lectura a distancia, en la otra pata. La observación y lectura de las aves anilladas ha permitido, desde que se inició el programa de marcaje de la especie en 1996, confeccionar una importante base de datos gestionada por la Oficina de Anillamiento de la ICTS-RBD. Así mismo, el seguimiento de las colonias de la especie y el análisis de las observaciones de las aves marcadas, han servido para el desarrollo de distintas investigaciones y proyectos llevados a cabo por investigadores de la Estación Biológica de Doñana, que han dado lugar a numerosas publicaciones científicas.    

El morito común es una especie muy particular. Hace unos 30 años se consideraba casi extinto como reproductor en el territorio peninsular y en parte de Europa occidental. Hoy se pueden avistar fácilmente en lugares como Doñana, la Albufera de Valencia y el entorno del Delta del Ebro. Además, existen numerosas localidades distribuidas por distintas zonas de la Península Ibérica donde su presencia es cada vez más común. Aunque aún no se conocen todos los factores que han influido en su recolonización, lo que sí se sabe, gracias al anillamiento científico de los ejemplares nacidos desde mediados de los 90 hasta ahora, es que Doñana es el lugar desde el que el morito se ha expandió por la Península Ibérica, así como también por buena parte de los países de Europa Occidental, Norte de África, e incluso algún ejemplar ha llegado hasta El Caribe. En algunas de estas zonas donde se han observado moritos anillados en Doñana se han formado nuevas colonias de reproducción o se han reforzado las ya existentes con ejemplares de procedencia ibérica. El anillamiento científico de esta especie está permitiendo individualizar los datos y realizar un seguimiento a largo plazo de estos ejemplares para estudiar la dinámica de las poblaciones y su conservación.