En especies ovíparas, las hembras pueden modificar el desarrollo de su descendencia alterando los niveles de ciertos componentes del huevo, y de este modo amortiguar el impacto ante la heterogeneidad ambiental.  Uno de los componentes con mayor potencial para modular el desarrollo temprano de la prole son las hormonas de la yema, principalmente los andrógenos. Aunque los andrógenos de la yema pueden ejercer efectos positivos, también pueden acarrear costes asociados, sobre todo derivados del desequilibrio energético entre crecimiento y sistema inmune, cuya resolución óptima dependerá del contexto ambiental. En este trabajo se muestra que el efecto de los andrógenos sobre el crecimiento, función inmune y supervivencia de los polluelos de estornino negro varía en función del ambiente en que éstos se desarrollan. Así, mientras que un incremento en los niveles de andrógenos en primeras puestas condujo a un balance global positivo, en segundas puestas –que se desarrollan en un ambiente más duro- existió una penalización en términos de inmunidad y supervivencia. El contexto ambiental tan contrastado en el que se desarrollan las diferentes puestas de esta especie fuerza a que las madres deban realizar un ajuste fino y previsor de las concentraciones de la yema en sus puestas para optimizar los beneficios para su descendencia. informacion[at]ebd.csic.es: Muriel et al (2015) Context-dependent effects of yolk androgens on nestling growth and immune function in a multibrooded passerine J Evol Biol 28 ( 2 0 15 ) 1476–1488 doi: 10.1111/jeb.12668