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Interview El País 9/08/2013

"Si hay que recortar más por la crisis, nos la jugamos"



Juan José Negro es director de la Estación Biológica de Doñana

Tiene el privilegio de poder pisar cada grano de arena del Parque Natural y Nacional de Doñana. Juan José Negro Balmaseda, (Madrid, 1964) es el Director de la Estación Biológica de Doñana (EBD) y lleva más de 30 años trabajando en Andalucía. Su cometido es investigar, estudiar, conservar y restaurar este Patrimonio de la Humanidad en un momento en el que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) -del que depende la EBD- pasa por una situación económica asfixiante. No obstante; él, su equipo, las plantas y los animales del parque de Doñana pueden seguir "respirando" durante al menos cuatro años más. La EBD ha conseguido el premio Severo Ochoa de excelencia científica que concede el Ministerio de Economía. Está dotado de cuatro millones de euros, un millón por año, de libre disposición.

Pregunta. ¿Qué supone este galardón para la EBD?

Respuesta. Supone un reconocimiento a la labor de años, y es una aportación económica importante. Podremos seguir manteniéndonos y progresar. Es un alivio tremendo.

P.¿En qué se va a invertir?

R. Crearemos una comisión para gestionar el presupuesto. Gran parte lo destinaremos a promover nuevos talentos, ya hemos abierto una convocatoria para contratar a ocho personas en distintas líneas de trabajo de nuestro plan estratégico, entre las que están la ecología evolutiva, molecular... Y vamos a cofinanciar contratos del programa de excelencia de doctores Ramón y Cajal. Es interesante renovar la plantilla con nuevas ideas.

P. Y os dará para más...

R. Aún no está decidido y no hemos recibido las primeras partidas, pero lo vamos a destinar proyectos que puedan proponerlos desde un becario a un investigador, para que cualquier idea buena no deje de hacerse por dinero. Además, fomentaremos el papel de la mujer investigadora. Este premio nos va a permitir que se facilite la conciliación.

P. ¿Cómo estaban antes de la dotación económica?

R. Los recortes en ciencia están siendo tremendos y muy divulgados. El CSIC particularmente lo está pasando mal, estamos muy cerca de suspender actividades. El ministerio no paga el dinero que se nos debe.

P. ¿Qué supone que se paralice una investigación?

R. Tienes que hacer análisis que no se deben parar, tienes que contratar a personal. Si ese trabajo se detiene, se pierde.

P. ¿Qué líneas activas se desarrollan en Doñana?

R. Investigación y estudio de la biodiversidad, ecología acuática, teledetección, que es el uso de imágenes por satélites... Aunque es interesante recalcar que no trabajamos solo en el ámbito de Doñana. La ciencia es muy multidisciplinar y estamos en contacto con centros de Brasil, Alemania... Si quieres hacer ciencia de primer nivel tienes que relacionarte mucho, hacer grandes equipos. Eso es lo que permite estar en primera línea.

P. ¿Qué trabajos concretos podría citar?

R.Tenemos la intención y desde luego la ilusión de que nuestro trabajo tenga aplicación y sea de interés para la sociedad que nos paga. Y hacemos esfuerzos tremendos para que la biodiversidad andaluza y de otros ámbitos tenga más posibilidades de persistencia. Por ejemplo con el control de especies invasoras, que puede producir graves daños económicos y ambientales; también contamos con un buen grupo de expertos que estudia cuestiones de cambio climático para prever los efectos y tratar de aminorarlos. Tenemos la vocación de solucionar problemas ambientales, a veces muy concretos y técnicos.

P. Qué resultados podría poner de ejemplo...

R. Según unos estudios que hemos realizado, se prevé que la población del lince ibérico va a migrar hacia el norte por los efectos del cambio climático según el ascenso de temperatura previsto en nuestra zona. Hemos trabajado también una línea importante de infraestructuras, de tendidos eléctricos, parques eólicos, carreteras... No nos limitamos a hacer teoría, hacemos cosas que la sociedad demanda y puede empezar a disfrutar pronto.

P. ¿Cuál sería la principal amenaza que provocaría la construcción del gasoducto en Doñana?

R. Hemos estudiado muy detenidamente el proyecto de inyección de gas en el subsuelo y hemos planteado alegaciones. Los impactos previstos sobre la fauna, la flora y paisaje son pocos, pero eso no quita que no haya un aspecto más que nada filosófico sobre si una reserva natural que es Patrimonio de la Humanidad deba soportar una actividad que no está contemplada entre sus objetivos. Yo tengo dudas.

P. ¿Se ha perdido concienciación ambiental con la crisis?

R. Es un riesgo que no sé si se ha producido. Es algo que comentamos los profesionales porque nos preocupa. España había conseguido un nivel de concienciación ambiental alto. Ya está interiorizado por la sociedad que debemos proteger la naturaleza e invertir en ella, no se cuestiona que especies como el lince, el águila imperial o los cetáceos requieran planes de protección, de hecho, las cifras se publican y no hay protestas. Esto ha tardado más en conseguirse, los bienes culturales lograron esa concienciación antes, la ambiental vino después pero ya está firmemente instalada.

P. ¿Y qué puede pasar si la crisis se prolonga?

R. Vemos que se suprimen recursos para otras necesidades como la sanidad, la educación... ¿se va a seguir destinando fondos a la conservación del medio ambiente. Es una cuestión social o de gestión? Preocupación tenemos. Si hay que recortar espero que sea de forma coyuntural, porque nos la jugamos.

P. ¿Cómo ve el binomio conservación-turismo?

R. Los centros de interpretación que hay en Doñana deberían mejorarse, para el público general es muy complicado ver el corazón del parque. Si es posible y no se genera mucho impacto, todos los ciudadanos podrían tener acceso a esta belleza para tener la conciencia de que observan algo único.

Oportunidades Económicas

  • "La reserva de Doñana es una de las mayores empresas de Huelva. Hay ganaderos en el interior del parque, se colecta la piña, se trabaja en la miel", comenta Juan José Negro, director de la Estación Biológica de Doñana.
  • Negro aboga por que se realicen actividades sostenibles en la zona. "Estaría bien el trabajo en la agricultura ecológica y orgánica, o que se implantaran industrias poco contaminantes y muy tecnológicas. Todo lo que tenga que ver con inmensos consumos de energía y agua, sería peligroso", considera.
  • Doñana tiene la dualidad de area conservada y económica, y eso genera conflictos, como por ejemplo, la gestión del agua, por los cultivos intensivos o las depuradoras", explica.