El olor de un ave juega un papel fundamental para la atracción de los mosquitos. Factores como la especie, sexo o edad, incluso hábitat y dieta, pueden modificar la composición de las secreciones de la glándula uropigial, y con ello, su olor. Así, el papel de estas secreciones estaría relacionado con la atracción de los mosquitos, condicionando la transmisión de patógenos, como la malaria aviar. Programa de Seminarios ‘cicCartuja Phd Talks’: http://phd-talks.ciccartuja.es