Reseña histórica

En los años 50, José Antonio Valverde, por entonces un joven biólogo y naturalista, visitó Doñana y quedó fascinado por la riqueza ecológica del enclave. En 1952, realizó junto con el también naturalista Francisco Bernis el primer anillamiento de aves en este espacio natural. Entonces, Doñana era coto de caza.

Tras varias campañas de anillamiento de aves, José Antonio Valverde lideró una campaña por la conservación de los valores naturales de Doñana, que tuvo un gran impacto tanto nacional como internacional. Sus esfuerzos para preservar el enclave culminaron en 1963 en una colecta internacional, liderada por WWF, para adquirir la primera finca en Doñana destinada íntegramente a la conservación y a la investigación. Un año después, su impulso fue clave en la creación, por parte del entonces presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, José Ibáñez Martín, de la Estación Biológica de Doñana, un instituto de investigación dedicado al estudio de la ecología terrestre.

La actividad científica de la Estación se centró originalmente en la región de Doñana y su entorno. Sin embargo, pronto su campo de actuación se amplió a otros sistemas tanto dentro como fuera de España. Actualmente, la Estación Biológica de Doñana es un instituto de investigación de referencia en el mundo de la biodiversidad y su conservación y que realiza sus investigaciones en distintas partes del mundo.