La comunidad científica advierte que las armas explosivas ponen en peligro también a la vida silvestre y a los ecosistemas

Przewalski's horse, an endangered species, killed in Chernobyl by a landmine. Photo by Serhii Zhyla
En una carta publicada en la revista Science, nueve científicos y científicas de siete países advierten que el despliegue de armas explosivas supone un peligro, no solo para las personas, sino también para la vida silvestre, en un contexto en el que varios países fronterizos con Rusia se retiran de convenciones que las restringen.
En marzo de 2025, los estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) junto con Finlandia y Polonia declararon su intención de retirarse del Tratado de Ottawa, también conocido como la Convención sobre la Prohibición de Minas Antipersonas. Lituania también se retiró de la Convención sobre Municiones de Racimo. La salida de estos países de dichas convenciones indica que podrían empezar a producir, almacenar, comerciar e incluso usar estas armas. Según las personas que han firmado la carta, cualquier posible beneficio se ven ampliamente superados por los riesgos.
“Las minas terrestres y los restos explosivos de guerra representan problemas humanitarios y ambientales significativos en todo el mundo”, señala Asmeret Asefaw Berhe, una de las autoras y profesora de biogeoquímica del suelo en la Universidad de California, Merced. Berhe ha publicado investigaciones sobre los impactos de las minas terrestres y lleva más de dos décadas estudiando cómo contribuyen a la crisis global de degradación del suelo. “Además de su uso, la limpieza de minas afecta gravemente a los ecosistemas circundantes”, explica.
Nikica Šprem, otro coautor y profesor de ciencias de la vida silvestre en la Universidad de Zagreb, relata su experiencia con minas terrestres. Él ha escuchado cómo explotaban durante incendios forestales en zonas que supuestamente ya estaban desminadas, y cómo algunos de sus amigos perdieron la vida mientras cazaban.
“Uno de los estudios que citamos en la carta documenta lesiones y muertes de animales silvestres causadas por minas terrestres en Croacia, un país que lleva cerca de 30 años intentando deshacerse de estos artefactos”, comenta. “Hace unos días, un especialista en desactivación de explosivos perdió la vida mientras limpiaba una zona”.
“Los animales silvestres están en mayor riesgo que los humanos porque solo los humanos pueden tener conocimiento de las áreas minadas”, subraya Nuria Selva, investigadora en ecología de grandes carnívoros en la Estación Biológica de Doñana – CSIC y también coautora de la carta.
Svitlana Kudrenko, investigadora en la Zona de Exclusión de Chornóbil (CEZ) en Ucrania, afirma que caballos de Przewalski en peligro de extinción han muerto por minas antitanque en esa zona, incluso recientemente. Kudrenko actualmente se centra en la ecología en contextos bélicos o “ecología de guerra”, y en cómo mejorar el monitoreo en paisajes militarizados.
El uso de armas indiscriminadas en las fronteras orientales de Europa no solo complicaría el monitoreo ecológico, sino que expulsaría a las personas de los paisajes que habitan y cuidan. Tanto el Secretario General de la ONU como la Alta Comisionada de Derechos Humanos han emitido declaraciones sobre cómo los riesgos persisten mucho después de los conflictos, afectando campos agrícolas, zonas de juego y hogares.
“Hacemos un llamamiento a estos países para que adopten enfoques más mesurados en su defensa nacional”, afirma Katarzyna Nowak, autora principal de la carta y profesora adjunta en el Instituto de Investigación de Mamíferos de la Academia Polaca de Ciencias, en Białowieża, cerca de la frontera entre Polonia y Bielorrusia, donde la conectividad ecológica ya se ve alterada por las barreras fronterizas estatales. “Mientras ya se aboga por mantener los estándares globales de desarme por razones humanitarias, nuestra carta también plantea preocupaciones en torno a la vida silvestre y el medio ambiente”.
Referencia:
Katarzyna Nowak, Jacopo Cerri, Svitlana Kudrenko, Alexander Kopatz, Izabela Stachowicz, Nuria Selva, Asmeret Asefaw Berhe, Ilpo Kojola, Nikica Šprem. Weaponizing Europe’s borders imperils wildlife. Science, Doi: 10.1126/science.adz1318
En una carta publicada en la revista Science, nueve científicos y científicas de siete países advierten que el despliegue de armas explosivas supone un peligro, no solo para las personas, sino también para la vida silvestre, en un contexto en el que varios países fronterizos con Rusia se retiran de convenciones que las restringen.
En marzo de 2025, los estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) junto con Finlandia y Polonia declararon su intención de retirarse del Tratado de Ottawa, también conocido como la Convención sobre la Prohibición de Minas Antipersonas. Lituania también se retiró de la Convención sobre Municiones de Racimo. La salida de estos países de dichas convenciones indica que podrían empezar a producir, almacenar, comerciar e incluso usar estas armas. Según las personas que han firmado la carta, cualquier posible beneficio se ven ampliamente superados por los riesgos.
“Las minas terrestres y los restos explosivos de guerra representan problemas humanitarios y ambientales significativos en todo el mundo”, señala Asmeret Asefaw Berhe, una de las autoras y profesora de biogeoquímica del suelo en la Universidad de California, Merced. Berhe ha publicado investigaciones sobre los impactos de las minas terrestres y lleva más de dos décadas estudiando cómo contribuyen a la crisis global de degradación del suelo. “Además de su uso, la limpieza de minas afecta gravemente a los ecosistemas circundantes”, explica.
Nikica Šprem, otro coautor y profesor de ciencias de la vida silvestre en la Universidad de Zagreb, relata su experiencia con minas terrestres. Él ha escuchado cómo explotaban durante incendios forestales en zonas que supuestamente ya estaban desminadas, y cómo algunos de sus amigos perdieron la vida mientras cazaban.
“Uno de los estudios que citamos en la carta documenta lesiones y muertes de animales silvestres causadas por minas terrestres en Croacia, un país que lleva cerca de 30 años intentando deshacerse de estos artefactos”, comenta. “Hace unos días, un especialista en desactivación de explosivos perdió la vida mientras limpiaba una zona”.
“Los animales silvestres están en mayor riesgo que los humanos porque solo los humanos pueden tener conocimiento de las áreas minadas”, subraya Nuria Selva, investigadora en ecología de grandes carnívoros en la Estación Biológica de Doñana – CSIC y también coautora de la carta.
Svitlana Kudrenko, investigadora en la Zona de Exclusión de Chornóbil (CEZ) en Ucrania, afirma que caballos de Przewalski en peligro de extinción han muerto por minas antitanque en esa zona, incluso recientemente. Kudrenko actualmente se centra en la ecología en contextos bélicos o “ecología de guerra”, y en cómo mejorar el monitoreo en paisajes militarizados.
El uso de armas indiscriminadas en las fronteras orientales de Europa no solo complicaría el monitoreo ecológico, sino que expulsaría a las personas de los paisajes que habitan y cuidan. Tanto el Secretario General de la ONU como la Alta Comisionada de Derechos Humanos han emitido declaraciones sobre cómo los riesgos persisten mucho después de los conflictos, afectando campos agrícolas, zonas de juego y hogares.
“Hacemos un llamamiento a estos países para que adopten enfoques más mesurados en su defensa nacional”, afirma Katarzyna Nowak, autora principal de la carta y profesora adjunta en el Instituto de Investigación de Mamíferos de la Academia Polaca de Ciencias, en Białowieża, cerca de la frontera entre Polonia y Bielorrusia, donde la conectividad ecológica ya se ve alterada por las barreras fronterizas estatales. “Mientras ya se aboga por mantener los estándares globales de desarme por razones humanitarias, nuestra carta también plantea preocupaciones en torno a la vida silvestre y el medio ambiente”.
Referencia
Katarzyna Nowak, Jacopo Cerri, Svitlana Kudrenko, Alexander Kopatz, Izabela Stachowicz, Nuria Selva, Asmeret Asefaw Berhe, Ilpo Kojola, Nikica Šprem. Weaponizing Europe’s borders imperils wildlife. Science, Doi: 10.1126/science.adz1318